sábado, 9 de mayo de 2009

CAPITULO 2 (1ª PARTE)

La primera vez que entre a trabajar, mí por entonces jefa me dijo:

- En Events vas a encontrar de todo, tenemos gimnasio, donde podrás hacer deporte sin parar con los chicos más guapos de la empresa, cafetería, comedor, tiendas y una zona Chill Out
Aquello me sorprendió, lo de la zona Chill Out, en aquel momento pensé que para que necesitábamos una zona Chill Out en una empresa, pero ahora reconozco, que mas de una vez entre, cuando no podía mas y estaba nerviosa perdida, porque un cliente se ponía pesado, porque no le gustaba lo que le habíamos preparado, o bien porque no llegaba el famoso que tocaba, o porque me tocaba cancelar una fiesta a última hora, porque no se hacía, ni se celebraba la famosa convención. La visite varias veces, la verdad. Lo del gimnasio me intereso, antes de entrar a trabajar, iba a uno, pero poco, yo soy de las que paga, y voy dos meses, como si eso fuera a hacer que mi figura volviera a su estado natural, y luego si te he visto no me acuerdo, me costaba más ir al gimnasio del barrio, porque para ello se suponía coger dos metros y un autobús, por lo que finalmente decidía no ir. Así que me plantee, sacar por lo menos una hora e ir al de la empresa.

El primer día que decidí ir, subí a la decima planta donde estaba, y entre, supe en aquel momento que la ropa que me había traído, no era la adecuada para ese gimnasio, los cuerpazos que estaba viendo como sudaban eran impresionantes, pero tanto los de ellas como los de ellos. Su ropa era lo más pijo que podías ver, las últimas novedades, y yo, me había traído un chándal normalito y corriente. Nada más entrar por la puerta apareció el, se llamaba, bueno se llama porque continua en la empresa, Hugo, era alto, moreno, con ojos marrones, y una sonrisa encantadora, y eso si un cuerpo fibroso que estaba diciendo cómeme a gritos. Vino hacia a mí, y con una sonrisa enorme me dijo:

- Hola, tú debes ser Elena, la nueva, me dijo Casandra (esta era mi jefa en aquel entonces), que vendrías, soy Hugo tu entrenador personal, y voy a hacer que ese cuerpo se ponga en forma cuanto antes.

Sonreí, mientras pensaba “¿en forma? Poner este cuerpo en forma te va a costar por lo menos dos años, porque soy de las que empieza, y a las dos semanas, no me vuelves a ver más, como empieces a agotarme” Por aquel entonces, yo no tenía el cuerpo que tengo ahora, tengo que reconocer, que con mucha constancia, he conseguido el cuerpo que tengo ahora, y mis sudores me ha costado, como para ahora echar a perderlo.

- Ves a cambiarte, los vestuarios están al fondo del todo. Te espero aquí en cinco minutos.

A los cinco minutos, estaba yo preparada, pero para salir corriendo de allí. El gimnasio tenía diez entrenadores personales, repartidos para todos los trabajadores, y yo pensaba que debían estar más horas allí que en su casa, al final me di cuenta de que eran cinco por la mañana y cinco por la tarde, y algunas tardes, habían mas, ya que era cuando había más gente, debía ser para quitarse el estrés acumulado durante el día.

En cuanto me vio salir del vestuario le entro la risa. Me mire a un espejo, y comprendí, que debía reírse de mi atuendo, porque si no, no entendía el porqué.

- Tengo que hablar con Casandra, y que te ayude a elegir la ropa adecuada para venir al gimnasio, no me gusta que desentones tanto con el resto de la gente, pero en fin, para ser tu primer día, vas bien, vas bien.

Estoy para hacerme una foto, y ponerla en todos los tablones de anuncios de la empresa, no?? Pero que se ha creído este? Así iba a mi gimnasio anterior, y nadie se reía de mí, pero todo hay que decir, que iba cuando iba, y la mayoría era gente mayor.

- Vamos a empezar por subirnos a la cinta de correr, quiero que estés allí diez minutos sin parar, empieza a un ritmo tranquilo, y luego lo iremos acelerando poco a poco, para que tu cuerpo se vaya acostumbrando, entendido? Quiero ver como mueves ese culito en la cinta, así que arriba

¿El culito? Pero que se cree? Empecé andando deprisa. Hugo estuvo dos minutos conmigo, y se fue a atender a otro compañero. Decidí subir un poco el ritmo, me debí de equivocar de botón, o hacerlo mal, y la cinta empezó a ir cada vez más deprisa y yo no podía ir a ese ritmo, me tuve que coger a las barras que había enfrente, era como estar en una carrera sin control, casi no tocaba el suelo, no podía soltarme para poder apretar algún botón, y parar aquella máquina infernal, de golpe y porrazo me solté y me fui para atrás, saliéndome de la cinta.

- Estas bien? Te has hecho mucho daño?

Me gire, creyendo que era Hugo, pero no, Hugo estaba ligando con una chica en la otra punta del gimnasio, y ni se había dado cuenta de lo que me había ocurrido.

- Sí, creo que sí, gracias. Dios! Qué vergüenza!

- Tranquila, no te ha visto nadie, bueno salvo, que te han grabado las cámaras, y que vas a ser un blanco perfecto para una temporadita, ya que pasaran ese video por toda la empresa, para que todos nos riamos un rato

- ¿Qué dices? Eso está prohibido, y yo lo puedo denunciar!

- Es broma, estas cámaras no graban, no se guarda ningún archivo. Bueno, me alegro de que estés bien. Soy Pedro, soy entrenador personal de la empresa. ¿Quién es el tuyo?

- Hugo, pero veo que no se ha enterado de nada, casi me mato, y el está allí ligando con esa rubia despampanante, la cual está llena de silicona, y que no hace falta que haga deporte, porque seguro que con una operación, se quita todo Michelin que le sobre.

- Esa rubia despampanante es la subdirectora del departamento de Recursos Humanos, así que yo de ti, no diría mucha cosa, es la primera que te puede poner de patitas a la calle.

Sentí que se me subían los colores, y quería que la tierra me tragase. Pedro lo noto enseguida, y me dio unas palmaditas en la espalda.

- Le diré a Hugo que seré yo de ahora en adelante tu entrenador, el se dedica más a las altas cumbres, y a intentar ligar con toda rubia siliconada, como tú dices. Yo normalmente me tocan a los novatos, pero veo que a ti, te ha tocado el, debes de venir de parte de alguien importante.

- Si importante es mi jefa Casandra, si.

- ¿Casandra? ¿estas en dirección? Llevas todo el control de la empresa desde ahí?

¿Control? Si no era capaz de controlar una simple maquina, como iba a controlar aquel imperio? Me hizo gracia el pensar, que yo podía llegar a donde estaba Casandra, vamos que no se me pasaba ni por la cabeza el llegar a ser directora de la empresa.

- Está bien, vamos a cambiar de máquina, aunque deberías entrar a probar una clase de Pilates, es algo más tranquilo, y para empezar te vendría bien, no quiero que machaques tu cuerpo el primer día a base de maquinas, o si no, mañana vas a ser incapaz de mover un dedo en el ordenador

- Gracias, lo probare, pero hoy no tengo mucho tiempo, he perdido media hora, y me queda otra media para arreglarme y comer algo.

- Deberías pedir por lo menos hora y media, o no te dará tiempo a hacer nada en el gimnasio

- Es lo que tengo, pero Casandra me ha dicho que quería hablar conmigo antes de que empezara el turno de la tarde, así que me quita media hora

- Está bien, mañana nos vemos, pregunta por mi cuando vengas, vale?

- Hasta mañana!

- Ah! No sé cómo te llamas, pero una cosa sí que te digo, por favor, no traigas ese chándal mas, es un poco anticuado, dile a Casandra, que te envía Pedro a que te compres algo más decente para venir aquí

- Lo tendré en cuenta.

Pedro me cayó bien, era alto, con un cuerpo musculoso, pero sin pasarse, y tenía unos ojos azules que casi te podías reflejar en ellos. Se le veía que se preocupaba por las personas, y no como el engreído de Hugo, que debió hacerle muy feliz, el que Pedro le dijera que yo pasaba a ser su alumna. Al día siguiente volví al gimnasio, y en cuanto volví a salir con mi chándal, este algo mas nuevo, lo encontré en el armario de casa de mis padres (por aquel entonces, no tenía mi loft), me miro con una cara muy rara.

- ¿Dónde te los compras? De verdad, no tengo nada en contra de tus chandals, pero es que aquí la gente es muy pija, yo cuando empecé a trabajar aquí hace un par de años, era como tú, con lo más cutre, pensaba que como era un simple gimnasio, pero no, es más, es un estilo de vida para muchos de ellos, y un buen lugar para ligar, cuanto más cuerpo dejas ver mejor

- Pero yo no vengo a ligar, vengo a hacer deporte, a mover el culito, como me dijo Hugo el otro día. ¿Qué más da que lleve este chándal, o un mini short, que va a dejar ver todo mi “gran culito”? deberé ponerme en forma, antes de ponerme eso. Porque si salgo con eso, entonces sí que te vas a reír.

- Está bien, te dejo que vengas así, durante este mes, el próximo, te puedo asegurar, que desearas ponerte esos mini pantaloncitos, porque tu cuerpo estará en perfecta forma.

No me reí en su cara de milagro, lo dijo tan serio, que me dio miedo el responderle. Entramos a una sala, donde habían otras cinco personas más, con sus perfectos modelitos para la ocasión. Íbamos a hacer Pilates, empezó la clase, y las demás personas, eran como si fuesen de goma, se doblaban, estiraban sus piernas, sus brazos, se movían lentamente, parecía un baile para encontrar pareja, más que para poner tu cuerpo en forma. Pedro me miraba y sonreía, yo era un pato al lado de todas aquellas personas. Al acabar la clase, yo no podía moverme, el dichoso Pilates era peor, que haber subido a la máquina infernal de correr.

- Muy bien Elena, ahora vete a descansar, mañana más.

- Pedro, no creo que venga mañana, ni pasado, esto no está hecho para mí, de verdad.

- Como no vengas mañana, ni pasado, ni el otro, iré a buscarte a tu sitio, y te traeré a la fuerza.

- ¿para qué quiero yo esto? Si ya ves, soy feliz con este Michelin que me sale aquí. Lleva tanto tiempo conmigo, que ya es de la familia.

- Lo hago por tu bien, en esta empresa, el culto al cuerpo es muy importante, es primordial, necesario. Si tu imagen es buena, te saldrán oportunidades para poder ir ascendiendo. Casandra no va a estar toda su vida de directora, quien sabe? Igual tienes suerte y tú puedes ser la próxima directora de Events.

- ¿yo? Además, a parte del culto al cuerpo hay otras cosas, tienes que ser inteligente, lista, y a mí me gustaría que si me tuvieran que ascender fuera por lo que se, y no por mi cuerpo

- Eres lista, pero aquí eso cuenta poco, lo más importante es tu cuerpo, piensa que tienes que ir a fiestas y reuniones, y que la imagen cuenta mucho, tu aparte de llegar a tener esa imagen tienes tu inteligencia, y tus estudios

- Está bien, volveré mañana

No hay comentarios:

Publicar un comentario